domingo, 14 de mayo de 2017

Portugal nos regala una canción y un montón de lecciones con su participación en el Festival de Eurovisión 2017



Ayer se cumplían los 100 años de la aparición de la Virgen en Fátima a dos humildes pastores portugueses. Pues no se si la fecha y lo que ayer sucedió en Kiev es fruto de la casualidad, o si Portugal estaba especialmente bendecida en este día. El caso es que el cantante Salvador Sobral y su hermana Luisa -autora de la letra-, en representación de su País, arrasaron en las puntuaciones llevándose el Micrófono de Cristal, el aplauso generalizado y la  admiración de mas de 200 millones de televidentes de todo el mundo.

Esta es la noticia. Pero lo mas importante es la serie de lecciones que nos deja la performance de los Portugueses, en contraste con las de el resto de los países, y especialmente con la de España.

Bien es cierto que Eurovisión no deja de ser un festival de la canción, y por tanto la tentación de presentar una canción de estilo festivalero es muy fuerte, pensando que de esta manera se incrementan las posibilidades de ganar. Yo creo que esa ha sido la pretensión de RTVE como la televisión que representa a España. Y así nos fue.

Probablemente también tuvo su influencia el modo en elegir al artista y la canción que nos había de representar. Aquí entran los criterios y las maneras utilizadas en el modo de elección. En el como se hizo en España por TVE,  incluyendo las polémicas y las protestas por como se hizo, llegando estas últimas hasta El mismo Palacio del Festival en el momento de la actuación de nuestro cantante, que tenía que escuchar los abucheos de los compatriotas presentes en la sala y que fueron perfectamente reconocibles en la retransmisión. El gallo cometido por Manel Navarro puso la nota definitiva que confirmaba que nuestra representación no daba la nota. Solo mereció recibir los 5 puntos de la audiencia de Portugal,  la único que nos votó, y que mas bien parecía un regalo para que nos tapáramos las vergüenzas del cero pelotero que tanto nos sonrojaba.


El derroche de medios técnicos y lumino-técnicos para cada una de las actuaciones y las puestas en escena -monos y caballos incluidos- las espectaculares coreografías, las distintas calidades de las composiciones musicales y de sus letras - unas mas buenas que otras- y algunas muy buenas, las espléndidas voces del algunos de los artistas como el Croata Jacques Houdek y su voz de barítono, la potencia de la de la Dinamarquesa Anja, la de la bella Ilinca representando a Rumanía y su Yodel it, etc., en todas estas representaciones se veía que se enviaba a lo mejor que el país podía ofrecer para que lo representara.

Por contra Portugal eligió una canción de amor, una plegaria -como se dice en la propia letra- que casi es una oración. Elige para cantarla a un artista que padece una grave enfermedad. Según nos cuenta @bluper desde la redacción de El Español, "Salvador tiene un problema muy grave de corazón y ya hay una lista de espera tremenda. Además de este problema, el tiempo juega a su contra. Hay mucho miedo", afirman fuentes cercanas al cantante desde el citado medio. "Necesita un donante de manera urgente. No tiene mucho tiempo, como mucho un año", concluyen. 

Total de puntos del voto del Jurado Profesional
Pero su actuación, su dulce voz, la preciosa letra, la belleza de la música, la simpleza de su humilde traje negro, la ausencia de luminotecnia y de despliegues escénicos, nada de eso necesitó este maravilloso cantante para llegar a los corazones de medio mundo desde el suyo enfermo. He de confesar que a mi me salieron las lágrimas a chorro durante su actuación, y que es mucha la emoción que me hace sentir cuando le oigo cantar. Para eso es la música. Todo lo demás es espectáculo. Solo espectáculo. Nos lo dice el mismo Salvador Sobral, "la música no son fuegos artificiales, es lo que sale del corazón". 

Por todo ello Portugal recibió los 12 puntos de 18 de los 26 países finalistas participantes, además de las puntuaciones intermedias, y los 376 puntos que les dio la audiencia. Es la puntuación mas alta jamas alcanzada antes por ningún País. Pueden estar orgullosos los portugueses.

Total de los votos del Jurado profesional y del público
Por una vez en la historia del Festival de Eurovisión, todo el mundo está de acuerdo con quien merecía ganar, y la clasificación ha puesto a todo el mundo en el lugar merecido. Portugal a la cabeza y España a la cabeza por la cola. Solo hace falta analizar las puntuaciones para comprobar la certeza de esta última afirmación. A triunfado la humildad sobre la soberbia y la prepotencia de otras actuaciones. Si hay lecciones que extraer del Festival de Eurovisión 2017. 

Habrá quien las aproveche para mejorar, y quien seguirá erre que erre. España con ser penúltima en la próxima edición ya mejoraría. Lo tiene fácil, pero eso no nos basta. Ya que empezamos de 0, cambiemos lo que haya que cambiar para no seguir haciendo el ridículo, pues mejor sería no acudir al Festival para evitarlo. Si todo es Marca España, cuidémosla.